

En voz diaguita, “Colalao” significa talentoso, astuto o arrullo de palomas. El pueblo se agrupa a la vera de la Ruta Nacional 40, que lo cruza en su centro, y se ubica en las cercanías del río Santa María que corre al naciente. Sus antiguos pobladores, los Colalao, corrieron igual suerte que sus vecinos los Quilmas, fueron trasladados al llano y reducidos al sistema de encomiendas.Tiene una acogedora hostería, un predio para acampar y una singular oferta de vinos artesanales. Sus calles de tierra y la proverbial tranquilidad, lo presentan como ideal para quienes disfrutan de lo natural y busca envolverse en idiosincrasias y costumbres de viejos pobladores.En el mes de enero se rinde homenaje a Los Antigales, fiesta de rito antiguo que se celebra en la zona, referida a los pueblos ancestrales. En ella se encuentran exposiciones de artesanos, hay desfiles de gauchos, tapamientos, actividades de destreza criolla, ranchos con comida y bebida regionales.Así mismo, en el mes de julio, se desarrolla la particular “Fiesta del Ponchi”, la popular bebida realizada en base a leche con aguardiente hervidos, y azúcar con canela a la que se agrega huevo batido. Un colorido festejo de costumbrismos, bailes, comidas y bebidas características de la zona.
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